La Inteligencia Artificial y su problemática en sociedades desiguales

El debate por las consecuencias que tendrá (y que ya tiene) la Inteligencia Artificial (IA) está a la orden del día. Precisemos que la Inteligencia Artificial es la combinación de algoritmos planteados con el propósito de crear máquinas que presenten las mismas capacidades que el ser humano, es decir que las maquinas ‘piensen’.

Existe además mucha futurología que aún no es tan clara: mientras según el científico Ray Kurzweil, 2025 es el año en el que las computadoras igualarán el poder del cerebro humano, el reconocido Stephen Hawking señala que las máquinas superarán completamente a los humanos en menos de 100 años.  Es en este punto donde Inteligencia Artificial ya no será «artificial», sino real.

Lo que trae aparejado la IA es el tema del empleo: máquinas que sustituyen al humano en muchos trabajos, algo que ya se está desarrollando en diversas áreas con la creciente robotización.

Y aquí viene la problemática: es probable que, como muchos sostienen, el trabajo que desarrollen las máquinas sean del tipo tedioso que hoy realizan los humanos; por caso, aquellos que trabajan en las garitas de los peajes muchas horas al día.

Como señala Yuval Noah Harari en ‘21 lecciones para el siglo XXI’, podría ocurrir que padezcamos “a la vez unas tasas de desempleo elevadas y escasez de mano de obra especializada”, algo que en muchos países punteros se está tratando de revertir con la implementación de la RBU (Renta Básica Universal).

Y la brecha es abismal: mientras que en países altamente desarrollados la IA podríaalivianar ciertos empleos que llevan al ser humano al aburrimiento y la frustración, cabe la reflexión sobre la escasez de trabajo en ciertas sociedades desiguales: aquí es donde me pregunto sobre los efectos positivos y negativos de la IA y la robotización laboral, que aplica perfectamente a sociedades inclusivas y punteras, pero cuyo efecto no es el mismo en otras, muy desiguales y con altas tasas de desempleo en todas las áreas.

Quiero dejar de lado en este artículo el tema emocional: el mismo Harari dice que “pronto los algoritmos informáticos podrán aconsejarnos mejor que los sentimientos humanos”, ya que “la mayoría de las personas no se conocen muy bien a sí mismas y suelen cometer terribles equivocaciones en las decisiones más importantes de su vida”.

El punto emocional, que obviamente no existe en las máquinas y sí en los humanos, es otro de los debates que nos estamos debiendo a la hora de analizar estos fenómenos.

Por lo pronto, muchos empleos sufrirán una importante automatización y es responsabilidad de los Estados hacer frente a este crecimiento que hoy es imparable. Y lamentablemente, en la mayoría de los países latinoamericanos, las políticas públicas tienen una visión a corto plazo y son pocos los que están proyectando soluciones a este fenómeno que, aunque parezca increíble por su magnitud, hoy no está en la agenda de prioridades.

También publicado en: https://www.linkedin.com/pulse/la-inteligencia-artificial-y-su-problem%C3%A1tica-en-sociedades-socco/

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